Sin ánimo, sin lucro
Sin ánimo, sin lucro
Te ofrecí todo lo que tenía,
luego te dí todo lo que podía,
al final entregué hasta lo que no quería.
Sembré mis sentimientos, mis ilusiones
con toda mi paciencia y mi humildad
con toda mi fe y mi amor
y coseché menos que cariño…desdén.
Ahora mis manos están cansadas,
y el brillo que reflejaba mis ojos al ver los tuyos
se ahogó en años de lágrimas,
obligando a mi pobre mente a darle terapia
a un corazón arrugado y gris.
No me des hoy los besos, abrazos y caricias
que en el pasado me negaste, pues
las vasijas de mi amor ya se encuentran vacías
Y aquellas migajas,
Solo causarán ecos estridentes de dolor.
Al final, como nuestras conversaciones,
Nuestros latidos fueron asíncronos,
Siempre a destiempo,
Siempre esperando,
Siempre deseando.
¡Hasta siempre!
Ilustraciones cortesía de @brandon_dibuja
Por SHU